UN BLOG ES UNA OBRA DE VANIDAD, CREAS UN FORO PARA EXPRESAR OPINIONES QUE NADIE TE HA PEDIDO, LO SUBSCRIBO
martes, 20 de noviembre de 2012
POR QUÉ SEGUIREMOS SIENDO UNOS GILIPOLLAS LA PRÓXIMA DÉCADA
Dice el Código de Hammurabi:
§ [Si] un arrendatario compra [la casa de un individuo común [... ] del alquiler a pagar [para] comprar la casa de individuo [...] que ha puesto [...] lo ponga [...]; si ... [...] del individuo; si no llega a efectuar la compra, perderá [el dinero que] haya recibido y [...] volverá a su dueño. El Código Civil viene a decir los mismo con 3.700 años de diferencia pero aquí no nos hemos enterado todavía de que las deudas se pagan más tarde o más temprano. Claro que no me extraña, después de ver los estragos de la Ley Orgánica de Educación. Los sociatas se lucieron.
En este país no escarmentamos, salimos de Pinto para meternos en Valdemoro. Leo con estupor y temblores en un periódico matutino de cuyo nombre no quiero acordarme (ni falta que hace) que el Gobierno planea dar carta de residencia a los extranjeros que se compren un pisito en el solar patrio. A ver si nos entendemos, si eres negro o estás negro y llegas en patera, te reciben las chicas de la cruz floja, te mandan a un campo de refugiados, o algo así, a que te despiojen te fotografíen de perfil y te enseñen que tienes derecho constitucional a una vivienda digna en vascuence, bable, catalán, canario, gallego, y con suerte en español (que es el castellano pero venido a menos). En cambio si le dices al madero del check point charly de Melilla, Barajas o Ciudad Real (aeropuerto internacional donde los haya) que llevas ciento sesenta mil mortadelos en el talego para comprarte un pisito en Marina Dór ciudad-de-vacaciones-qué-guay, el guripa se cuadra, te hace el retrato de frente y te larga un D.N.I. por la vía del artículo 33. Cojonudo. O sea, a ver si nos entendemos. A finales del siglo pasado a este país le dio un sarpullido constructivo que te rilas con el dinero negro que apareció en los somieres hispanos con la llegada del euro. A principios de éste nos convencieron que de que compráramos un ladrillo por que tú lo vales y porque la consti dice que todos con casa digna, oiga (que no es sinónimo ni de barata ni que tenga que ser en propiedad, pero eso es carne fresca para otro tema) y todos son todos, los que tienes pasta gansa y los que se comen los mocos.
Pero mira por donde hace unos añitos viene un “aterrizaje suave de la economía” (Solbes dixit) y nos damos una ostia de aquí te espero. Y los mismos que nos vendieron el ladrillo, nos lo quitan y nos echan a la puta calle (cosa que nos está bien empleado por gilipollas y por querernos creer los cantos de sirena) . Parafraseando el Libro de Job: el señor (Botín) me lo dio, el señor (Rato) me lo quitó… (no creo que me pidan derechos de autor). Pues bien no contentos con eso y viendo que se le acumula la faena, deciden montar un Banco Malo, es decir, chamizos-todo-a-100 para vender a los forasteros lo que nos han quitado a los nativos del lugar y aquéllos salivando como Homer Simpson ante una rosquilla con sólo pensarlo.
Y ahora viene el busilis de la cuestión (Datis de cuéstion, para los de la ESO): estos fulanos y fulanas chinos y rusos según el Gobierno gobernante de turno, no deben ser de la crema y nata de la sociedad si vienen buscando vivienda desde allende los Urales, el Yang-shé o Albacete por citar estepas. En plata: que se nos van a meter las mafias y los fondos de inversión a comprar pisos a pelo puta (término poco jurídico donde los haya pero bastante esclarecedor)
Conclusión: dentro de unos años, los cosacos, los mandarines, y los jeques, acabarán vendiendo a nuestro hijos y nietos por un güevo y la yema del otro los pisos que nos quitaron a los padres. Y vuelta a empezar. Conrad escribía en El Corazón de las Tinieblas: “el horror, el horror” . Aquí hubiese terminado el libro diciendo: “la gilipollez”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario