SINDICATOS, SINDICUATROS Y SINDINCAUTOS

A estas alturas y cuando esto aparezca publicado en uno de los mejores blogs de España y creo ,tengo la convicción, de que también del mundo mundial en lengua castellana (con el poco inglés que sé no diría yo que en habla inglesa), Rajoy habrá tenido ese minuto warholiano de gloria desde el balcón de la calle Génova. Muchos sociatas y también muchos socialistas llorarán como mujerzuelas lo que votaron como apesebrados hace cuatro años y como cobardes hace ocho. No importa, los mercados hace ya que descontaron la “crónica de una muerte anunciada” en que se han convertido estas elecciones con respecto al capullo de ceja. Y mientras se organiza una “noche de los cuchillos largos” en Ferraz y tras el toque de degüello, los supervivientes de esta masacre democrática prepararán ya el asalto al poder.Nada mejor para ello que echar mano de "arma letal III"; me refiero a los nunca bien ponderaros sindicatos. No se engañen, damas y caballeros, la manida frase de Fraga “la calle es mía” viene como un guante para definir la estrategia que estos grupos de presión pseudo-mafiosos-progretas (ríete tú de la mafia del transporte en EEUU ) van a aplicar durante la próxima legislatura. Sindicato, honorable palabra decimonónica que ha degerado en Sindicuatro en los albores de este siglo que ya viene jodiendo desde pequeñito, porque, la verdad, cuatro son los que dirigen el cotarro, apacientan las mesnadas y se pulen las subvenciones. Estos grupos de individuos e individuas (que se apliquen el jarabe gramatical que ellos dan), estos bucaneros del convenio colectivo, estos sátrapas del dolce-far-niente, estos cuatro listos que, a la que pueden, saltan a uno de esos organismos públicos, defensores de pueblos indefensos, delegaciones provinciales marca acme, y toda suerte de divanes que sus amiguetes en el poder les tienden después de haber conseguido que los “sindincautos” les voten, se lancen a la huelga por cualquier excusa de media capa y les hagan el trabajo sucio.
Eso sí, primero han trincado un pastizal de subvenciones para dar cursos sobre la igual-dá de género, número y caso, violencia sintáctico-generativa, sonambulismo zem , o higiene postural del copón bendito, porque con las cuotas de los socios no se compran ni un pitagol.
Todo ello amparado por un barniz de luxe de progresía, un aureola de santismo socialisto y un prurito de lucha obrera a lo Emilio Tucci pero con la palestina al cuello, y la pancarta colgada en un bar de copas, por supuesto.
Revientan actos, protestan por la contratación y los despidos basura, la misma que aplican a sus trabajadores cuando los largan con una ERE como cualquier vulgar y fascista empresario de esos que se empeñan en echar a la gente, por que sí, por que se lo pide el cuerpo, oiga. Y cuando las cosas les vienen de través se amparan en un legislación laboral y sindical que ya la hubiera querido Jimmy Hoffa y que, olalá-modié-sacreblé, no la parieron de entrada su primos los sociatas, ni la sospechosa UCD, si no el Régimen de franquista opresor del obrero-torero. Con dos cojones. Se quejan de que cuatro chalaos saquen a pasear el 20-N una bandera con el pollo preconstitucional cuando lo único que queda antigualla fascista en este país que ya no lo reconoce ni la madre que lo parió, son los convenios de hierro colao y la legislación de huelga y el ejercer de macho alfa apedreando lunas de autocar en una de esas güelgas con sordina que ahora se estilan y molan mazo ; y el arte de tocarse los güevos, por descontado.
De Marcelino el del cuello vuelto y la Perkins al amigo Tocho (mira que llamarse tocho) de vacaciones en el mar hay un largo trayecto. De Pablito Iglesias (mira que llamarse iglesias) a Cándidosito Mimosín hay una avismo. A Redondo lo enterró en Valdebernardo el amigo González. A Méndez lo va a enterrar Zapatero en una promoción del Pocero o en las obras de una hípica de esas en que los burros compiten montados en caballos ; chi lo sá.
Menuda le espera al amigo Rajoy con esta caterva de facinerosos que ya no saben cómo se coge una pala, ni cómo se aprieta una tuerca; porque eso sí, como diría Scarlet O´Hara: a Dios pongo por testigo que éstos jamás volverán a pasar hambre. Si quiere acabar con la prima de riesgo que vaya contratando a otra prima, la del zumosol que les dé candela y ponga firmes a esta panda de embrutecidos e iracundos analfabetos, codiciosos, gandules y cantamañas acostumbrados al cuento y a la milonga de la lucha de clases, sobre todo si se trata de viajar, comer y dormir en “clase bussines” -bisnes para los amigos- ; lo de fornicar no lo incluyo porque dar por el saco es su trabajo, sobre todo si el gobierno es de signo contrario. Amén