Heil Merkel! o el talante (por detrás y por delante)

Que es tonto de capirote, a estas alturas de la fiesta los sabemos todos en este país, incluso los que todavía estarían dispuestos a votarlo si se presentara ( que tontos muy tontos hay y seguirá habiendo) ; que partiendo de la nada ideológica ha conseguido llevarnos hasta las más altas cotas de la miseria económica, nadie lo duda (“lo que tienes que saber de Economía lo aprendes en dos tardes” está en las hemerotecas”) que ha convertido el Consejo de Ministros en un muladar de la sabiduría, ni se cuestiona; que ha traicionado a los suyos y los de enfrente salta a la vista con Rubalcabra y los barones autonómicos caídos de retruque por su incompetencia. Lo que ya riza el rizo de la estulticia y la mala jeta es que desprecie las recetas anti-crisis al partido conservador autóctono y, a renglón seguido, se ponga mirando para Cuenca cuando lo llaman desde el Reichstag o el Elíseo. Este tipo es Gila redivivo con un toque moderno de Mr. Bean, todo el día sentado en Moncloa en una silla de anea y un orinal en la cabeza frente al teléfono de baquelita negra esperando que le digan dónde es la guerra. Y vaya si se lo dicen porque aún no se ha enterado de que la guerra de Zetapero (que diría Chaves) se llama Standard & Poor´s. Pues aún hay más, damas y caballeros, lo llama Frau Merkell y le dice después de cagarse en el sable de su abuelo: Herr Zapaterro (o Zetaperro) mañana usted patada en los cojones a Keynes y ya luego si eso le comprrrrarrremosss cuarrrrta y mitad de bonos (bonos eh?, a Bono no hay quien lo compre, es impagable). Ja vol herr Komandant! , dice el “lameculenfürer” ; se levanta, se cambia de calzoncillos porque los que lleva se los mancha cada vez que suena el timbre del teléfono, saca del baño de formol a la Elenita “Salvado” , le mete un chute de Bekunis, le pone la sonrisa profidén y la manda al quiosco del Congreso por un duro de reforma constitucional. Todo el sistema económico “socialisto” basado en fomentar el gasto para relanzar la Economía de un país y se lo carga el artista en un descolgar de teléfono. Con dos cojones. Ahora se explican sus compas de carrera por qué utilizaba el libro de Economía del Derecho para calzar el coche en la cuestas. Qué tiempos aquellos en que parábamos a los alemanes en Hendaya y a los franceses en Bailén.
Si es que somos gilipollas
Notas para alumnos de la E.S.O.: Keynes nunca ha jugado en el mismo equipo que Ronaldo.
Ahora vas y los vuelves a votar.