La memoria de los peces y las majaderías “Solbentes”

Sabemos que los peces tienen una memoria de dos segundos aproximadamente, y lo sabemos porque un pez contó dos veces la memoria que tiene un español. Aquí más que memoria lo que tenemos es “mamoria”. Nos acordamos perfectamente dónde fuimos felices chupando del bote (véase verbigracia la Ley de la Mamoria Histérica, pero esto es harina de otro costal). En esta ajironada piel de toro repleta de cainitas que tenemos por país, nos matamos y a renglón seguido nos vamos a comer como si nada. Así nos luce el pelo y si no que se lo digan al amigo Perico, Solbes para sus amigos del capullo en la mano, con perdón.
Va el tío y se arranca en 2.007 con que los rumores de recesión eran infundados, en todo caso habría un –agárrense las bragas- “aterrizaje suave de la economía” (ahí están las hemerotecas) . Menuda hostia nos hemos dao, pavernosmatao. Claro, luego se asombrará que sus alumnos se partan el culo en sus clases y los ex-yesaires que se compraron un Mercedes se cisquen en sus muertos (Y eso que son secuelas y secuelos de la ESO , la FP y desahuciados/as de “Bolonia”) o lo llamen de pregonero para las fiestas del psiquiátrico de Santa Eduvigis, virgen y mártir. Y aquí, en vez de hacer con este tío lo que los italianos con Mussolini, le mandamos a un exilio dorado en el cementerio de elefantes de monte Muutia (que es donde Johnny Weissmüler llevaba siempre a los “protas” de las pelis de Tarzán) para llevárselo crudo diciendo majaderías macroeconómicas o simplezas políticas del mismo o mayor calibre. Ese es el “conceto” que diría el nunca bien ponderado Pepiño Blanco (estudios de Derecho, dice el tío). Y la panda de gilipollas que salen de las colas del paro para votar cada cuatro años, resetean el cerebelo y, ¡ale!, a esperar al siguiente ocurrencia que salga de Moncloa. Y como éste, la Mayte de la Bogue, Carme Chascón, Pepiño de Porriño, y la santa madre que parió a Panete. ¡Joder, qué tropa!